Se pusieron en boca de José Mourinho unas supuestas declaraciones que destaparon la caja de los truenos. “En España deberían hacerse controles más serios contra el dopaje”. En el programa “El Partido de las 12” de la COPE, José Antonio Alcalá profundizó más esta información y llegó a afirmar que el F.C. Barcelona lleva años trabajando con médicos de dudosa reputación y realizando prácticas en la frontera de la legalidad.


Si el tema no parece suficientemente escabroso, ciertas fuentes dejan entrever que estos rumores vienen nada más y nada menos que desde su eterno rival. Rápidamente, el Real Madrid se ha desmarcado, Florentino Pérez llamó en el día de ayer a Sandro Rosell para negarle cualquier tipo de implicación.
El Barcelona ha reaccionado rápido y el martes sacó un comunicado negando todos los rumores. El club catalán, a través de su portavoz Toni Freixa, ha pedido a la cadena de radio el origen de ésta información y una disculpa: "Con independencia que se produzca, el club actuará con la contundencia que la gravedad de los hechos merece y presentará ante el juzgado de primera instancia de Barcelona demanda de protección del derecho al honor”.
En un país donde la sombra del dopaje es alargada sólo faltaba que las sospechas se centraran sobre uno de sus puntales más importantes: el fútbol. El club azulgrana ha actuado con señorío y rápidamente. Ahora ya sólo las pruebas pueden decir lo contrario, de momento sólo son rumores