

A pesar de las importantísimas bajas de Cesc Fábregas y Theo Walcott, el equipo de Arsene Wenger se encontraba casi ante la obligación de obtener la Carling Cup, ya que se trata de un equipo bastante superior con una plantilla llena de grandes jugadores y que llegaba en un gran estado de forma, con victoria frente al Barcelona incluida en la ida de los octavos de final de la Champions League. Sin embargo, el Birmingham ha hecho un partido muy serio e inteligente, con un gran entramado defensivo y sabiendo que tarde o temprano llegarían sus oportunidades. Uno de los protagonistas del partido ha sido un gran conocido de la Liga española, Nikola Zigic (ex-jugador de Racing Santander y Valencia), autor del primero de los goles de su equipo, y que hizo una gran labor aguantando el balón para permitir la salida al contraataque de sus compañeros.
Todo parecía indicar que iba a ser una plácida final, con un Arsenal lanzado al ataque en los primeros minutos, intentando resolver la final por la vía rápida. Así, el francés Samir Nasri pudo adelantar a su equipo con una clarísima ocasión. El portero Ben Foster tuvo grandes intervenciones en este comienzo del partido. El equipo que entrena Alex McLeish se iba asentando poco a poco en el terreno de juego, con un gran derroche de fuerza y sin ningún complejo contra el gran favorito. De hecho, con el paso de los minutos se fueron liberando del dominio de los "gunners". Así, en el minuto 28, los "blues" aprovecharon una de sus armas principales, el juego aéreo. El gigantón Zigic con un gran salto se adelantaba al portero Szczesny y anotaba el primer gol de cabeza.
Durante unos minutos, el Birmingham se vino arriba y tuvo ocasiones incluso para anotar el segundo gol. Como de costumbre, al Arsenal le estaban superando los acontecimientos. Sin embargo, un gran gol del holandés Robin Van Persie establecía el empate en el marcador poco antes del descanso. Hasta el final de la primera parte y en los primeros minutos de la segunda el Arsenal hizo su habitual juego veloz y muy ofensivo. Arshavin, Rosicky o Nasri tenían claras ocasiones tras la reanudación. Como ya pasará en la primera parte, sin premio y con la sensación de que poco a poco el Birmingham se sentía cómodo. De hecho, disfrutaron de la mejor ocasión con un tiro al palo de Fahey.
Pasaban los minutos y se empezaba a notar los nervios en los dos equipos, hasta que en el minuto 89 cuando parecía que se llegaría a la prórroga, el portero Foster colgó el balón sobre casi el otro área que peinó de nuevo el serbio Zigic. Parecía un balón suelto en al área y sin peligro pero el defensa Koscielny y el portero Szczesny no se ponen de acuerdo, provocando que llegará el nigeriano Obafemi Martins para anotar a placer el definitivo 2-1. El Arsenal intentó el empate a la desesperada pero ya no había tiempo.


Al final, sorpresa con la victoria del Birmingham City, equipo por el que nadie apostaba y que consigue su segundo título de su historia (el anterior en 1963) en un estadio de Wembley lleno con casi 89.000 espectadores y que asistió a una final muy espectacular y emocionante. Por su parte, el Arsenal que tendrá que seguir esperando para romper el maleficio. Seis años sin conseguir títulos, son muchos para uno de los equipos punteros de la Premier League.